Mientras me certificaba como Coach, descubrí el Femdom, tras unos años navegando en ambas direcciones, fusioné las dos profesiones. Dando lugar a este proyecto con un enfoque único.

Disfruto mucho con la dominación mental. Es lo que me ha
traído al mundo BDSM. El cerebro en mis juegos es el mayor órgano
sexual.
Lo desconocido nos asusta y eso sucede con las nuevas prácticas.
Necesitamos saber que pasará para poder sentirnos seguros, por ello también ofrezco sesiones de iniciación.

Quiero facilitar un contacto empático, con mucha comunicación y normalizar lo que sucede en sesión.

Apuesto por la calidad de relaciones y no por la cantidad,
para jugar con la mente necesitamos tiempo y por eso con mis vínculos
tiendo a buscar una continuidad.